Entrevistamos a Silvia Fuente, directora de cortos y fashion films
Nací en Bilbo crecí en Bilbo y me hice adulta en Madrid y ahi sigo.Soy actriz, mi primer profesor de teatro fué un payaso ( profesión no insulto) al que recordaré toda mi vida y que no tengo ni pajonera idea de donde estará ni que hará ni creo que él se acuerde de mí.Pero cada cosa que decía a mis 15 años era palabra de Dios ( Estoy pelín exagerando por enriquecer) realice algún corto con algún grupo amateur más malos que pegar a un padre y con una asociación feminista Los monólogos de la vagina, no os hagáis un perfil equivocado de mí, entiendo que seré feminista pq soy una fémina y pq como cualquier ser humano con 2 dedos de frente le jodería que le tratarán como una minoría o en desventaja frente a otro con igual valía pero no soy una femen ni de lejos,de hecho caí ahi de rebote, otro día os lo cuento,tampoco tiene mucho misterio,seguí en La BAI (escuela de teatro de Barakaldo) y me vine para Madrid hice mi formación en la compañía de cine tuve un coach particular de voz y diferentes cursos de fin de semana con profesionales de la industria esperando a recopilar escenas o un descubrimiento que me sirvieron en realidad para gastar dinero y nervios.En esto pecamos mucho los pueblerinos en creer en el sueño americano en Madrid y la verdad pues raro raro pequeñines es que nadie te descubra en un curso de fin de semana.Aburrida de que mi perfil sería tan utópico ( ja jaja) con la máxima que la ropa sucia se lava en casa decidí hacer mis cositas involucrando a mi compañera de piso Lafabulosa lamorla
Para nada. La interpretación hace que me pierda en fangos de empatía AL dirigir que a veces hace que sea menos eficaz, mi respuesta debería ser que Si, que resuelve más rápido, entiendes mejor el personaje,te es más fácil al dirigir y cuando escribes sabes por donde tirar pero vamos en mi caso particular hace que para mi sea un suplicio y me lie en los porqués y en los cómos.
Si.La gente igual no conoce ciertos términos pero reconoce las cosas tendemos a subestimar al público y darle las cosas máscadas y eso nos hace a nosotros mismo más gilipollas.